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16 Enero 2014

Llamado de atención

001Dentro de los tantos mitos, refranes y verdades a medias sobre el comportamiento de los animales de compañía existen algunos que a la mayoría de nosotros nos resultan familiares. “La curiosidad mato al gato”, “no conoce el peligro como el gato chico” o “ la renguera del perro”.
En este último caso si bien desconozco su origen, puedo si asegurar que tiene un componente verdadero y que ocurre seguido en nuestras mascotas.
En etología clínica veterinaria existe un espacio para este tipo de comportamientos denominándolos «llamado de atención» y que se expresa tanto en perros como gatos.

A continuación explicaremos el origen de este comportamiento, ¿por qué aparece?, ¿cómo se manifiesta?, y algunas pautas para corregirlo.

¿A qué se refiere el término «llamado de atención»?

En los animales de compañía este comportamiento sirve tanto para transmitir u obtener algún tipo de información sobre el círculo social y ambiente donde se encuentra. Esto significa que en determinadas situaciones que provocan estrés, miedo o cierta inconsistencia utilizan recursos para obtener mejores resultados que los que han obtenido hasta el momento y por repetición este comportamiento se prolonga en el tiempo.

Dentro del repertorio para expresar el llamado de atención en perros podemos encontrar:

Vocalizaciones (sean ladridos o gemidos)
Tocan el objetivo que quieren con la pata
Caminan de un lado al otro o siguen a sus dueños
Dejan de comer para obtener mejores opciones alimenticias
Hociquean
Seguirse la cola o morder el aire que pueden indicar que exista además algún desorden compulsivo

Gatos:

Destruir objetos
Saltar en lugares inapropiados
Maullar
Pedir comida
Caminar entre las piernas

También pueden ser parte del repertorio una variedad de signos que podrían corresponder a problemas supuestamente médicos como contracciones musculares (temblores que parecen ser por frío), claudicación de algún miembro ( renguera), diarrea y vómitos.

¿Cómo se originan?

Muchas veces que un perro no apoye alguno de sus miembros tiene su origen real debido a un golpe, mal apoyo, etc que resulta doloroso y por ende el animal no puede desplazarse de forma normal. Pero al manifestar ese signo muchas veces el perro o gato logra captar una mayor atención por parte del dueño y de esa manera, al verse beneficiado por tal comportamiento, los animales retienen la conducta más allá del tiempo que dura el proceso patológico que origino la conducta.

Lo interesante es que muchas veces el perro al lograr más beneficios y tiempo por parte del dueño, olvida cual es el miembro originalmente afectado y no apoya el miembro equivocado. Pasa mucho cuando llevamos al perro a la consulta veterinaria debido a que no mejora el problema inicial y milagrosamente frente al profesional nuestra mascota parece milagrosamente sana.

No necesariamente debemos mimarlo o beneficiarlo para que se manifieste esta conducta, muchas veces con solo mirarlo o hablarle es suficiente para lograr el objetivo de llamar la atención.
En algunos casos se manifiesta cuando miramos la televisión, hablamos por teléfono, descansamos o llegan visitas a casa. Todos estos momentos se relacionan con ignorar a la mascota y entonces aparece el problema.

Si existe convivencia entre perros en el mismo hogar muchas veces compiten por llamar la atención y “ganarle” el espacio al otro.

¿En qué animales aparece?

Esta conducta no tiene una predilección de raza, sexo ni edad pero se da con mayor frecuencia en hogares donde la convivencia con ellos es mayor, son más consentidos y los dueños están muy atentos a la salud del animal.

Siempre se llega a este diagnostico una vez que se hicieron todos los exámenes que descarten algún problema médico, ya que es más frecuente este tipo de problemas que el llamado de atención.
Por ello es imperioso que antes de pensar que nuestro perro o gato tiene esta conducta tan particular, debemos acudir a un Veterinario.

Muchas veces esta conducta acompaña a otro tipo de problemas de conducta como agresividad, ansiedad por separación, ansiedad generalizada, miedo o cambios en la rutina de la casa entre otras.
Capítulo especial cuando la mascota no quiere comer.

Esta forma de llamar la atención donde el animal deja de comer para lograr mayor atención por parte de nosotros debe ser diagnosticado una vez que ninguna investigación profesional logre explicar los motivos de la anorexia.

En estos casos lo que el animal busca es la forma en cómo los dueños suplican para que coma rechazando la comida. En general se intenta cambiar la comida, buscar comidas más sabrosas, incluso caseras pero el perro no come.

Una de las formas de llegar a este diagnostico es que el perro come cuando es alimentado por alguien que le presta poca atención y no lo hace cuando es alimentado por el dueño.

Existe tratamiento para este tipo de problemas pero debe ser monitoreado de cerca por un profesional ya que muchas veces la pérdida de peso puede ser un problema bastante peligroso.

¿Cómo se mejoran estos comportamientos?

Este tipo de problemas se mantienen por sus consecuencias y lo que se intenta en estos casos es utilizar el llamado método de extinción. Con ello buscamos eliminar el refuerzo positivo (nuestra atención) cuando se comporta de manera no deseada.

La clave para lograr el éxito será ignorar por completo al animal cuando ocurra este comportamiento. En los animales, ignorar implica no mirar, no tocar y no hablar. Solo cuando el perro o gato este tranquilo, sentado y sin manifestar ninguno de los síntomas antes mencionados recibirá afecto, atención y algún beneficio alimenticio.

Mientras que practicamos estas técnicas, seguramente el animal siga manifestando el problema cada tanto. Cuando ello ocurra se recurrirá a alejarse inmediatamente del animal levantándonos y abandonando la habitación. Con ello buscamos que la mascota vea que la conducta que antes lograba nuestro interés ahora lo aleja de nosotros y ya no trae ningún beneficio.

Obviamente muchas veces ignorar a la mascota todo el tiempo es una tarea casi imposible, pero no debemos renunciar. Existen técnicas para minimizar este hecho y con tiempo y el diagnóstico correcto el problema se resuelve en la mayoría de los casos en poco tiempo.

Dr. Pablo "Ruso" Sehabiaga (25 Posts)

// Doctor en Ciencias Veterinarias, Facultad de Veterinaria Universidad de la República (UdelaR). // Curso de post graduación en Etología Clínica en Pequeños Animales. // Miembro de la Asociación Latinoamericana de Zoopsiquiatría (AVLZ). // Ayudante honorario de la Cátedra de Caninotécnia (UdelaR). // Columnista del espacio semanal "La mascota y su contexto" en Justicia Infinita (Océano FM 93.9).


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