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28 Noviembre 2013

¿Como convivir con los fuegos artificiales?

La llegada de los primeros calores al país trae consigo una cantidad interminable de eventos, comidas, paseos, viajes, playas y muchos etcéteras que celebramos y recibimos de buena manera.

En nuestras mascotas algo parecido sucede respecto a sus rutinas y estímulos. Resulta evidente pensar que las salidas a modo de paseo con perro comienzan a prolongarse en el tiempo ya que el clima así lo amerita.

En el caso de los gatos este es el momento donde las hembras comienzan sus ciclos reproductivos y con ello, nuestros gatos comienzan a elaborar estrategias para escaparse y lograr una “relación pasajera”.

Pero para algunos perros y gatos este momento no les resulta en lo más mínimo agradable, lo sufren como pocos y eso se debe al inminente inicio de “la temporada” de fuegos artificiales.

Estos animales pueden mostrar en presencia de petardos una variedad de signos clínicos relacionados a la  angustia, miedo y estrés que pueden ser en principio normales y terminar en fobias muy marcadas perjudicando su salud y en consecuencia su bienestar.

El miedo, sensación que todos conocemos, es una respuesta normal del organismo frente a nuevos estímulos que en principio se desconocen pero que una vez evaluadas las consecuencias no generan algo desafortunado para nosotros. La mayoría de nuestras mascotas pasan por estos episodios y logran adaptarse sin problema. De hecho el éxito de la supervivencia tiene que ver en parte, al mecanismo protector que genera el miedo frenta a lo desconocido.

Pero algunos no logran adaptarse al estímulo que desencadena el miedo inicial y aparece en ellos lo que llamamos fobias. Éstas se caracterizan por presentar signos de miedo en forma exagerada, que no disminuye con el tiempo sino que se mantiene y los signos que manifiestan parecen desproporcionados en relación al estímulo que lo provoca.

 

002¿Cómo se originan estas fobias?

Como hablábamos en el artículo referente a la sociabilización de nuestras mascotas, existe gran consenso dentro de los especialistas que muchas de estas reacciones se deben a que el perro o gato no tuvo la suficiente exposición a estos ruidos en su etapa juvenil. Esto lleva a que tenga disminuidas las posibilidades de adaptarse a tales ruidos debido a que nunca escucho nada parecido y no sabe qué significado y consecuencias puede tener.

Algunos afirman que los cachorros nacidos en Octubre, Noviembre o principios de Diciembre serán menos propensos a manifestar miedos excesivos o fobias con los fuegos artificiales del próximo año ya que durante sus primeros meses de vida pasaron por su primer navidad y año nuevo conociendo esos ruidos sin ninguna repercusión negativa.

El ejemplo más claro se puede ver en los perros que trabajan con la policía. De cachorros son expuestos a los disparos de fuego mientras éstos reciben premios o caricias. Así al llegar a su etapa adulta el ruido de un disparo no genera nada en el animal.

Pueden existir también lo que conocemos como neo fobias o fobias adquiridas. Éstas se originan en aquellos animales que se habían adaptado a los ruidos fuertes pero por alguna razón en un momento dado ocurrió un evento desafortunado o traumatizante producto de esos ruidos. Los ejemplos van desde un encuentro casual con una bomba y su explosión demasiado cerca o juegos intencionados entre petardos y perros que resultan divertido para unos y trágicos para otros.

Otro factor que parece estar involucrado es el genético. Algunos estudios sugieren que el miedo y la predisposición a las fobias tienen una heredabilidad alta, por lo tanto es posible que los animales nacidos de padres miedosos tengan más posibilidad de manifestar este comportamiento.

En general la reacción de miedo se origina con el sonido de los ruidos artificiales pero el animal puede también asociar el humo de las bombas o las luces producto de los destellos y manifestar este comportamiento antes incluso que aparezcan los ruidos

 

001¿Cómo se manifiesta?

 

Cuando aparece el estímulo desencadenante de la fobia (fuegos artificiales) nuestras mascotas pueden manifestar uno o varios de los signos que verán a continuación, no existiendo un orden a la hora de aparecer como tampoco un tiempo de duración.

Los más notorios son:

      Intentos de huida, se esconde o deambula

       Temblores

–       Cola retraída, orejas hacia atrás, cabeza baja.

 

Si el problema persiste pueden aparecer otros síntomas asociados como:

–       Salivación excesiva

       Se orinan y defecan

–       Vómitos

–       Ladridos excesivos y ruptura de todo lo que tenga a mano.

 

En los gatos, los signos más característicos son el escape y el ocultamiento, pero también puede aparecer problemas relacionados a  cambios en los lugares donde orina y defeca, marcaje con orina e inclusive agresividad hacia nosotros.

 

¿Existen formas para prevenir este comportamiento?

 

Si nuestra mascota tiene entre 3 y 12 semanas estamos en el momento ideal para prevenir la aparición de este problema.

Debido a que su sistema nervioso esta en desarrollo y los centros donde se elaboran la respuesta de miedo aun están inmaduros, este es el momento indicado para actuar.

Lo que se hace son ejercicios controlados para asociar los ruidos fuertes con un beneficio para el cachorro. Se pueden usar globos inflados que se colocan a una distancia prudente del perro, los hacemos explotar y si el perro no manifiesta signos de miedo se lo premia con algo rico. Si muestra señales de miedo (se agacha, esconde, huye) nos está indicando que la distancia entre el globo y él son demasiado próximas.

Una vez que se acostumbre al sonido comenzamos a disminuir las distancias siempre dándole algún alimento rico o incluso jugando con él. De esta manera el cachorro entiende que la presencia de ruidos fuertes no solo no trae repercusiones negativas sino todo lo contrario, recibe comida y mimos cuando ellos aparecen.

 

¿Existen tratamientos una vez establecido el problema?

 

En los casos de animales adultos existen tratamientos que buscan desensibilizar las reacciones del animal cuando aparecen los ruidos y lograr así la habituación a los mismos. Muchas veces requieren de medicaciones adicionales para estabilizar algunas reacciones y así facilitar la instauración del programa de modificación de conducta.

Para ello es necesaria la consulta con un profesional veterinario ya que tanto el programa como la medicación tienen sus contraindicaciones y podemos poner en riesgo la salud del perro e incluso la nuestra.

Estas técnicas deben de iniciarse meses antes del período crítico de fuegos artificiales ya que son progresivas, llevan tiempo y aún así no se garantiza el éxito absoluto

 

¿Qué hacer entonces cuando se acercan estas fechas?

Debemos facilitar y acondicionar lugares adecuados para que el animal pueda refugiarse. Esto implica no solo retirar todos los objetos que puedan lastimar al animal sino que también se sugiere en el caso de tener ventanas, taparlas para que los destellos no aumenten el grado de ansiedad.

Es adecuado poner música de fondo para que disminuya al menos en parte el sonido ambiente protagonizado por los petardos.

No es aconsejable dejarlos solos, pero tampoco es aconsejable acariciar, mimar o hablarle al animal con el fin de explicarle la situación ya que esto funciona de forma inversa a lo que suponemos. Lo que el perro entiende en ese momento es que si manifiesta miedo, tiembla, llora y demás, nosotros lo acariciamos generando así un refuerzo positivo de sus actos. Manifestará entonces más miedo para recibir más caricias.

Podemos ejercitar al animal momentos previos a la jornada festiva de forma tal que llegada la hora crítica, éste se encuentra al menos cansado.

No debemos dejarlos afuera, un animal con una fobia hará cualquier cosa por escapar, pasará por lugares impensados y si llega a la calle, las posibilidades de accidentes o extravío son elevadas.

Existen drogas que son utilizadas en estas fechas que buscan al menos disminuir algo la ansiedad del animal. Éstas son drogas que además de los efectos buscados tienen una vasta lista de contraindicaciones y es por ello que no deberíamos comprarlas sin el consejo de un Veterinario.

 

Pensar en que en algún momento el uso de fuegos artificiales va a dejar de existir resulta al menos hoy en día poco probable, es por ello que debemos dirigir nuestra atención a mejorar y maquillar estos eventos para que  nuestros amigos vivan las fiestas lo más tranquilo posible.

Dr. Pablo "Ruso" Sehabiaga (25 Posts)

// Doctor en Ciencias Veterinarias, Facultad de Veterinaria Universidad de la República (UdelaR). // Curso de post graduación en Etología Clínica en Pequeños Animales. // Miembro de la Asociación Latinoamericana de Zoopsiquiatría (AVLZ). // Ayudante honorario de la Cátedra de Caninotécnia (UdelaR). // Columnista del espacio semanal "La mascota y su contexto" en Justicia Infinita (Océano FM 93.9).


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